Viaje al Sur, viaje al origen
Cuando viajé al sur me reconocí en un viaje en el tiempo, un tiempo de otrxs y un tiempo propio. Cuando andaba de visita me vi cazadora, deseando bajar de un piedrazo dos patos que se transformaron en carne en mi mente al instante de estar en ese otro tiempo.
Cuando llegué, mudada
de otra localidad, me encontré en mis estados emocionales infantes y
adolescentes. Fui niña y adolescente rebelde y perdida nuevamente. Un cuerpo
adulto conteniendo un ser apenas formado, con miedo, ansiedad, angustia,
bronca, odio, alegría, curiosidad, tristeza, soledad. Emociones que fueron
llegando y transformando una ficción en realidad, una realidad única solo para
mí y nadie más. Transité la locura, podría decir, esa locura que te hace vivir
en un tiempo que no es el que los demás viven, esa locura que te deja pasmadx,
mirando la nada, cuando internamente ocurre un infierno, o una película o una
situación que nadie más puede ver, ni oír, ni sentir, ni entender.
Aún no se si he
logrado llegar al presente junto a mi cuerpo, creo aún estoy aullando tu
nacimiento, que fue a la vez el mío, doloroso, solitario y acompañada. Estar
sola y al mismo tiempo acompañada, sentir la soledad al estar con otre.
Encontrarme…, no
exactamente.
Buscarme, buscarme,
buscarme y no saber aún dónde, ni cómo encontrarme. Y en el medio siendo madre
¿tengo que guiarte, cuidarte, soy tu referente, ejemplo? ¿Puedo serlo, puedo
ser algo que no soy? Lo mejor es que sepas que no soy perfecta, que lo sepas,
antes que nada, antes que ninguna otra certeza, soy una desilusión, tu primera desilusión.
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