Ciencia sin corazón

El ámbito científico emerge de la sociedad como un paradigma Rocquiano.
Y si se preguntan sobre tal, sólo diré que hace referencia a la dureza del lenguaje científico.
Cuando hablo del lenguaje/idioma, no hago referencias a los tecnicismos propios de cada área de investigación, sino más bien, a la falta de alma con la que muchxs adjudican sus escritos.
En nombre de la objetividad han matado la creatividad, miles de textos, papers, simplemente acumulando información, describiendo objetos y/o hechos, analizándolos hasta la médula, pero se olvidan que detrás de los textos alguien eligió que escribir.
Todo se vuelve tan impersonal, que uno es nombrado por el apellido, como en los hospitales psiquiátricos, donde Juancito no es Juancito, sino Pérez...
Entonces me pregunto, ser investigador/a implica relegar nuestros corazones? Acaso es condición suficiente para olvidar de dónde venimos? Quiénes somos?
Y todo ello, tan impersonal, sólo para escribir como muchos otros lo hacen, textos donde las características personales se esfuman entre el abstract y las discusiones...
Por otro lado surge el enigma del/la profesional egresadx de la Universidad Pública...
Cómo se puede ser un profesional egresado del ámbito público y desvincularnos de lo público, cómo podemos hacer sin replantearnos lo que hacemos constantemente, sin preguntarnos hacia donde vamos, que influencia tendremos, dónde o con quiénes trabajamos?
La objetividad ha sido mal interpretada, creo que si existiese la posibilidad de explicarse a sí misma le dolería la cabeza del embrollo causado. Ser objetivo no implica no involucrarse, no significa que unx debe ser neutral, la neutralidad no existe, es sólo una condición inventada para quienes prefieren acostarse en ella y desligarse de su responsabilidad ante la sociedad.
Considero ser objetiva al explicitar mis ideas, considero ser objetiva cuando puedo dejar claro mi postura y punto de análisis, siendo lo más clara posible en cuanto mis capacidades lo permitan.
Así, no soy neutra, tengo ideales, soy política, somos ser políticxs, desde quienes deciden creer la mentira de la neutralidad, hasta lxs que prefieren salir a gritar fuera las injusticias, y en esa gama todxs estamos formando parte.
Así como somos transformados, transformamos, pero si no somos conscientes de esto y relegamos nuestras decisiones a otrxs, no podremos disfrutar de la creatividad en la ciencia.
Entonces ciencia sin corazón no es una combinación fructífera, para alimentarnos con buenos textos debemos poder animarnos a romper un poco con lo ya pautado, romper con lo debido y jugar a estar en el sistema sin ser repelido...

Comentarios

  1. ufff.. que buen texto.. yo estoy harta de dar vueltas sobre este asunto.. necesitamos unos mates y una charla compartida... ya nos encontraremos.. viole

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