Trasmutando Ausencia

Tu ausencia es presencia a cada instante que encuentro algo de vos en mi. Una guiñada de ojos, un chiste desarmando palabras, las cejas levantadas expresando picardía y resignación, pero no resignación de la vida, sino de esa que implica que no vale la pena continuar insistiendo con una idea que otro no comparte, resignación de darse cuenta que el otro piensa distinto y no lo puedes convencer, de esa que implica reconocer al otro, distinto y al mismo tiempo amado y querido. 
Tu ausencia es presencia a cada instante que camino por casa y te cuento como hemos avanzado, te muestro el galpón, los árboles, las flores y las frutas que vendrán, te cuento con imágenes, con sensación de que estas a mi lado disfrutando conmigo.
Tu ausencia es presencia en mi cumpleaños, tu ausencia es presencia en el recuerdo de tus últimos esfuerzos por hacer que yo entienda que me estabas escuchando, tus gestos que me hablaban claramente para tranquilizarme, enseñándome hasta último momento a vivir amando y siendo para otros.
Tu ausencia es presencia en los recuerdos, el pasado construido con la memoria, las imágenes que vienen con nostalgia, los años que te vimos correr, jugar, acompañarnos, apoyándo cada locura que se nos ocurría.
Tu ausencia es presencia cuando me enojo contigo, por ser tan luchador y de tan luchador, mas bien porfiado, no quisiste largar la toalla hasta último momento, y me enojo de respeto y admiración y por porfiado que no querías dar el brazo a torcer, por luchador que por momentos nos dejaste ayudar y te soltaste a nuestro amor.
Tu ausencia es presencia que vale mucho más que estas palabras, que no llegan ni a los tobillos de nuestra historia, me hubiera encantado verte escribir tus memorias, pero me quedo con aquellas que lograste contarme, que te hicieron fuerte y luchador.
Tu ausencia es presencia y te imagino libre, infinito, hermoso, más que caminando, mas que corriendo, mucho más, volando... y estas conmigo y cada uno de nosotros, en nuestros recuerdos. Anécdotas que recordaban tu humor llenaron de palabras ese día de velatorio, ese día que te recordamos sin sufrimiento, con alegría y tristeza al mismo tiempo.
Tu ausencia es presencia y me das alegría aún este sin poder verte ni oírte, te quiero viejo, tortu, edu, pato, te abrazo y beso con amor.

Comentarios

Entradas populares