El frasco


Con sus manos tocó los muros que la rodeaban. Acarició su superficie, fría, lisa, apenas húmeda, una humedad que venía desde afuera, condensada. Miró, pudo ver que allá, del otro lado del muro, estaba lo que algunxs llaman vida, lo que otrxs reclaman como "estar vivo", no le importó en lo más mínimo. Se concentró nuevamente en el muro, lo siguió, pudo sentir su curvatura y su extensión, desde muy debajo, desde debajo de sus pies, hasta encima de su cabeza. Tenía la extensión de sus brazos, arrodillada y parada en puntas de pie. Un brillo extraño la cegaba de a momentos y por instantes se adormecía. Pudo percibir un aroma dulce y suave, casi empalagoso, no demasiado como para aborrecerlo, pero si para reconocerlo hasta su muerte. "Creo que podría ser un frasco"- pensó. -Sí, efectivamente lo es, es un frasco-. 
En puntas de pie tocó la rosca, con la punta de las yemas del dedo medio y el índice la acarició en todo su perímetro. Era lisa como aquel que pareció ser muro pero contenía un relieve particular que le daba la marca de ser "rosca". 
-"Encima debería estar la tapa"- 
-encima debería estar la tapa... La tapa...la tapa la tapa la tapa lata pa la ta pa la ta pa lata- 
Se rió tan fuerte que el eco continuó al ritmo de la tapa, agujereada, algo de aire pasaba por allí, no era tan sofocante como parecía. En realidad nunca había notado que podía ser sofocante hasta que noto los agujeros por donde circularía el aire y entonces ahí recordó qué es sofocarse. 
-maldita la hora que vi los agujeros, la humedad de la condensación era tan placentera, ahora no tengo interés en eso, sólo pienso en esos agujeros y que hay detrás de ellos, del otro lado, desde donde viene aquel aire tan dulce-.
-hooolaaaa... ¿Holaaaa? ¿Hay alguien más ahí?-
El silencio respondió con su propia voz resonando en su cabeza, con los grillos de lejos. 
"Que alivio escuchar los grillos".-Tienen un ritmo particular, ¿no lo creen? Claro, ustedes no me responden porque creen que no están allí, pero yo sé que están, no sé quiénes son, pero, ustedes ¿lo saben? ¿Saben quiénes son? Lo importante es que yo sé que están y ustedes pronto lo sabrán. Aquí dentro se está muy bien, si no fuera por esos agujeros que me alertaron que había algo del otro lado..., pero aún así se está muy bien, los grillos no paran de cantar, es un consuelo, al menos ellos saben que están ahí. 
Se sentó y como canastita apoyó su cabeza entre sus manos. Se acarició el pelo, el rostro, sus dedos acariciaron sus parpados, mejillas, labios, bajaron simétricamente hasta el mentón donde descansaron. 
-"el frasco soy yo", pensó. ¿Los agujeros entonces? ¿Qué son? ¿Qué serían?
Los grillos continuaron cantando toda la noche, no hubo respuestas; ustedes quizás sepan y logren vislumbrar el dilema de los agujeros.

Comentarios

Entradas populares