Una noche con Deli Errante

El Deli errante anda caminando inventando historias. Se vende a si mismo como un trotamundos, sabedor de todos los secretos y constantemente contradice sus dichos. Es joven y viejo al mismo tiempo, estuvo en dos lugares al mismo tiempo, no tiene familia pero su vieja lo llama por las mañanas de domingo. El Deli errante es tierno, busca amar pero tiene miedo al precipicio. Camina por las calles como si fuera su dueño, habla con todxs y lxs saluda como si los conociera y todxs lo miran desconcertadxs. Él quiere ser alguien importante e inventa situaciones imposibles. Da excusas para estar yéndose, no puede estar en ningún lugar, está cansado y no puede parar. Vive en un mundo inventado, junto a otrxs que también se inventan. No puede descansar, no quiere descansar. A mi me da curiosidad su locura, él no puede escuchar, dice intentarlo pero no veo eso. Por momentos parece estar dónde su cuerpo, es ahí dónde es más tierno. Yo puedo amar a un loco, porque en el fondo es un ser desesperado, gritando, sufriendo. Me veo en ese sufrimiento. El Deli errante camina por las ciudades creyendo dejar un estela de luz, no ve es un mortal más. Cree que lxs que pasan cerca son zombies, yo veo historias en ellxs. Miles de historias por cada persona que pueda conocer. Él habla con las personas para que conozcan su maravillosidad, a nadie le importa un bledo, qué, cómo ni dónde hizo, fue, o estuvo, a veces lo apartan con desidia. Lo escucho y me río de su delirio, le marco su locura. ¿Hasta qué punto puedo involucrarme?
Se ofende, me da la espalda un instante y ya se le pasa y vuelve a querer convencer al mundo de que él es importante. Ahora estas acá, sos parte de una historia, sos una intriga, una curiosidad, un aprendizaje, un delirio nocturno. Te respeto, no te temo, te veo. En estas palabras sos importante, se trata de vos, de tu delirio, de tu desesperado intento para que te reconozcan, te vean, te aplaudan. Deli errante estás construyendo tu propia historia, eso es importante, nada más; así lo veo yo, como veo a los caracoles estirar sus antenas-ojos, como veo a las hormigas comer mis frutos, como me veo escribiendo esto de vos.

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